Se que muchas personas no son fans de los productos de Apple, pero la mayoría coincidimos en que sus productos revolucionaron diferentes industrias como la telefonía y la música por mencionar algunas.
Cuando hablamos de Steve Jobs automáticamente pensamos en Apple, y viceversa. En cierta medida porque los productos de Apple reflejan la personalidad de Jobs. Lo comprobarás si has visto alguna película o bien, leído su biografía.
Al hablar de la personalidad de una persona nos referimos a la combinación de su carácter y temperamento. Mas adelante entraremos a detalle en estos conceptos porque tienen relación directa al liderazgo que debiéramos de apuntar.
Steve Jobs un “líder” innovador
Se pueden mencionar muchas cosas positivas de Jobs, como su visión, su capacidad de negociación, su perseverancia, su coraje, su “amor” a los detalles, entre otras competencias que le permitieron fundar una empresa de miles de millones de dólares y crear productos “fuera” de órbita que hoy en día nos “facilitan” la vida.
Sus productos eran lanzados “sin” competencia, ya que la innovación los llevaba a estar “siempre” en un mercado nuevo y eran los early adopters quienes ayudaban a que los productos se dieran a conocer.
Los usuarios finales no tenían la experiencia de usar los dispositivos que lanzaban y como el mismo Jobs afirmaba “nuestro trabajo consiste en averiguar qué van a querer antes que lo sepan” y era la razón por la que no hacía investigaciones de mercado. Al mismo tiempo, citaba a Henry Ford “si les hubiera preguntado a mis clientes qué querían, me habrían contestado: ¡Un caballo más rápido!” y concluía “la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo enseñas”.
Ese era Jobs, una persona apasionada por la fabricación de grandes productos y no tanto por los ingresos netos que estos le dejaban. Como él mismo dijo en las muchas de las conversaciones sostenidas con Walter Isaacson sobre su legado: “Mi pasión siempre ha sido la de construir una compañía duradera en la que la gente se sienta motivada para crear grandes productos. Todo lo demás era secundario”.
“Desenmascarando” a Steve Jobs
Por otro lado, y según lo muestra la biografía escrita por Walter Isaacson, tenía actitudes que no eran del todo humanas, es decir, que no tenía ese tacto de empatía y respeto por las personas con las se relacionaba, inclusive con su propia familia.
Se consideraba honesto, pero la honestidad no significa ser irrespetuoso, en otro post escribiré sobre la ética profesional, los actos buenos y malos de las personas.
Escribía Isaacson que las personas que conocían a Jobs decían que tenía una visión binaria del mundo, una “dicotomía entre héroes y patitos”, es decir, eras excelente o eras lo peor de lo peor, esto referido a personas y cosas. Si le servían un plato de comida podía decir “lo mejor que he probado nunca” o bien “una cosa asquerosa e incomestible”.
El diseñador del Mac, Bill Atkinson, decía “trabajar con Steve era difícil porque había una gran polaridad entre los dioses y los patitos. Si eras un dios, estabas subido a un pedestal y nada de lo que hicieras podía estar mal. Los que estábamos en la categoría de los dioses, como era mi caso, sabíamos que en realidad éramos mortales… así que vivíamos con el miedo constante de ser apartados de nuestro pedestal. Los que estaban en la lista de los patitos, ingenieros brillantes que trabajaban muy duro, sentían que no había ninguna manera de conseguir que se valorase su trabajo y de poder elevarse por encima de aquella posición”.
Otra cualidad de Jobs era su “campo de distorsión de la realidad” que según explica Andy Hertzfeld, diseñador de software del Mac, “era solo una forma rebuscada de decir que Jobs tenía cierta tendencia a mentir”.
Bud Tribble, otro diseñador de software del Mac y quien le advirtió a Hertzfeld sobre el campo de distorsión de la realidad decía: “Si te dice que algo es horrible o fantástico, eso no implica necesariamente que al día siguiente vaya a tener la misma opinión. Si le presentas una idea nueva, normalmente te dirá que le parece estúpida. Pero después, si de verdad le gusta, exactamente una semana después, vendrá a verte y te propondrá la misma idea como si la hubiera tenido él”.
¿Cuál es tu opinión respecto a la forma en que Jobs se relacionaba con las personas?
Continúa leyendo la segunda parte.