Hasta el momento, no he visto una mejor película que ejemplifique la actuación viva y tenaz del demonio que Nefarious.
Catalogada como película de terror, aunque, honestamente no da miedo como tal. Quizá, le dieron ese tipo de género porque trata sobre la posesión demoníaca.
No es del tipo de película como “el exorcismo de Emily Rose”, “el conjuro” o algo por estilo. No encontrarán escenas sangrientas o que a alguien le gire la cabeza 360º.
Trata de un famoso asesino en serie, Edward Brady, que se enfrenta a la pena de muerte. La vida de Edward depende del veredicto final del Dr. James Martin, un erudito psiquiatra que es llamado para analizar si Edward está loco o no. Si Edward es declarado con trastornos mentales, se salva. De lo contrario, la silla eléctrica será su último adiós.
Sin hacer spoiler, algunos datos interesantes es que James es un ateo “rematado” y Edward está poseído por el demonio en grado de plena subyugación. Lo cual, hace la película de otro nivel.
No es que las películas sobre el diablo sean mis favoritas, porque como diría un amigo “al demonio, de lejitos, de lejitos”. Lo que me llama la atención de ese tipo de películas es como el “chamuco” hace sus “planes” y para no olvidar que es real (existe).
Hay un exorcista crack en Guatemala que da conferencias, cada vez que puedo trato de asistir. En una ocasión, puso un audio de él haciendo un exorcismo. Recuerdo que las 3 noches siguientes, dormí con la luz encendida. Nefarious la puedes ver a las 00:00 sin nadie en tu casa que dormirás como un bebe.
La película me hizo mucha relación con el libro “Cartas del diablo a su sobrino”, escrito por C.S. Lewis. En el sentido que muestran como actúa el demonio, la capacidad intelectual que tienen para enredarnos y hacernos caer en sus trampas. Por si no les “suena” Lewis, fue quien escribió “las crónicas de Narnia”. Esto me recuerda a una conversación con una amiga, hablando sobre libros de management, liderazgo y así, me pregunto si esos libros no estaban en “versión” película, como los de harry potter. Algo asi es nefarious: fácil de seguir, entretenida y deja mucha enseñanza práctica.
No me pagan nada por promocionar lo película, pero se las recomiendo, véanla. A continuación, expondré algunos puntos clave que pueden ayudar a sacarle mayor “raja”.
¿Es real el diablo?
Hay quienes consideran al diablo una superstición medieval, algo pasado de moda que las abuelitas usaban para que los niños fueran obedientes. Algunos dirán que es un cuento de hadas para adultos y otros que es un “concepto” que usan las religiones para mantener a sus feligreses bajo su “dominio”. Todos esos comentarios nada más lejos de la realidad.
Pensar que el diablo es un invento, algo pasado de moda, etc. es un error monumental y algo que lo pone en ventaja. Nada conviene más al demonio que no creamos en él.
Nuestro gran peligro aquí en la tierra es olvidarnos de que el diablo es una fuerza viva y actuante.
Los ángeles
Las primeras obras de la creación fueron los ángeles.
Un ángel es un espíritu con inteligencia y voluntad como nosotros. Es una persona, pero sin cuerpo (sin materia).
Un ángel es similar al alma humana, aunque, con un grado de perfección mayor. El alma nunca será un ángel, aun así esté separado del cuerpo por la muerte.
Dentro de los órdenes ascendentes de espíritus puros de hallan por encima de los ángeles, los arcángeles, principados, potestades, virtudes, dominaciones, tronos, querubines y serafines.
Haciendo comparaciones… es muy posible que un arcángel esté a tanta distancia en perfección de un ángel como éste de un humano.
No conocemos su número exacto, pero si sabemos que son millares de millares. De los nombres que se conocen son tres: Gabriel, Miguel y Rafael.
Recordemos que no estamos hablando de fantasías, ni imaginaciones.
Los ángeles caídos
Los ángeles al ser creados con voluntad, les hace ser supremamente libres.
Para demostrar amor a su Amo. Libre y voluntariamente se tenían que “someter” de la voluntad creada a Dios, como un acto de obediencia o de lealtad.
Dios no nos ha dado a conocer la clase de prueba a la que sometió a los ángeles, aunque muchos teólogos piensan que Dios dio a los ángeles una visión previa de Jesucristo, y les mandó que le adoraran… Jesucristo en todas sus humillaciones: un niño en el pesebre, un “criminal” en la cruz.
Según esta teoría, algunos ángeles se rebelaron ante la perspectiva de tener que adorar a Dios y no pudieron hacer el acto de sumisión que la adoración a Jesucristo les pedía.
Fue el orgullo lo que alejó de Dios a muchos ángeles, conocidos como demonios (o ángeles caídos). Liderados bajo el caudillaje de uno de los ángeles más dotados, Lucifer (portador de luz).
Y así comenzó el infierno. Porque el infierno es, esencialmente, la separación de Dios de un espíritu.
Justicia y misericordia
Luego de que los ángeles desobedecieran ¿Por qué no hubo una segunda oportunidad para ellos? como lo hizo con el género humano cuando desobedecieron en la persona de Adán y Eva. La respuesta se debe a que los ángeles están dotados de una inteligencia muy superior a la nuestra, esa es la razón por la que Dios no les dio una “segunda” oportunidad, lo ángeles rebeldes sabían muy bien lo que hacían.
No sabemos cuántos ángeles desobedecieron; tampoco Dios ha querido informarnos de esto. Pero de seguro son numerosos.
A menudo se llama Satán al demonio, palabra hebrea que significa adversario. Obviamente son los adversarios de Dios y de los hombres por odio a Dios. Su odio resulta aún más “comprensible” a sabiendas que Dios creo al hombre para reemplazar a los ángeles que se revelaron. Dios quería con los hombres, llenaran el vacío que dejaron los ángeles con su desobediencia.
Los ángeles rebeldes no perdieron ninguno de sus dones naturales. El diablo posee una agudeza intelectual y un poder sobre la naturaleza impropios de nosotros, “simples mortales”. Toda su inteligencia y todo su poder van ahora dirigidos a apartar del cielo a las almas a él destinadas. Los esfuerzos del demonio se encaminan ahora incansablemente a arrastrar al hombre a su misma senda de rebelión contra Dios. Dicho de otro modo, decimos que los diablos nos tientan al pecado.
Desconocemos el límite exacto de su poder. No sabemos hasta qué punto pueden dirigir el curso natural de los acontecimientos para inducirnos a la tentación. Es decir, para llevamos al punto en que debemos decidir entre la voluntad de Dios y nuestra voluntad personal.
El diablo NUNCA puede forzarnos a desobedecer
El diablo es extremadamente malo, tiene un poder superior al nuestro, etc. pero no puede inducirnos a hacer algo que nosotros por nuestra propia voluntad no queramos hacer.
Además, si nos pusieran una pistola en la cabeza, tenemos la libertad de decir No.
No puede, por decirlo de otro modo, forzarnos a un Sí, cuando realmente queremos decir No.
Cuantos casos, de casos, hemos escuchado de mujeres y hombres que pierden la vida a causa de salvaguardar sus principios.
Dios no les permitió a los demonios tomar posesión de nuestra alma, es algo que pertenece única y exclusivamente a Dios. Pero, aun así, Dios no nos obliga a elegir el bien. Esa es la razón que tenemos libertad (libre albedrío).
La libertad es un regalo que se explica en la capacidad que tenemos los seres humanos para “obtener” méritos que nos ayudarán a llegar al cielo, si elegimos el bien. No está de más decir que el cielo es lo contrario al infierno.
En el post ¿ERES LIBRE? doy algunos tips para llegar a ser verdaderamente libres. El ser libres nos conduce hacia el amor, que nos ayuda a ser dueños de nosotros mismos para elegir el bien. Es un “tanto” binario el asunto, sí o no.
La libertad nos ayuda tomar el control de nosotros mismos y no del ambiente, que muchas veces está paganizado, inspirado por el mal uso de la libertad y muy posiblemente alentado por los ángeles caídos.
Esa es la razón por la que quienes procuramos elegir el bien, debemos llevar “nuestro” ambiente a esos lugares donde no se respira la verdadera libertad.
Se necesitan de personas como tú, para hacer de este planeta un mundo mejor, donde se respeten los derechos de todos, donde no existan guerras, asesinatos, corrupción, etc. No es religión, muchas veces es sentido común para actuar bien. Son decisiones racionales más que espirituales. Si bien es cierto que la religión ayuda, existe un derecho natural que todos (creyentes, agnósticos y ateos) estamos en la posibilidad de usar.
¿Crees en el demonio?