Todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas “algo” de felicidad, a pesar de que no podamos explicarlo con claridad.
La felicidad es lo que todos buscamos o al menos, es lo que deberíamos de buscar. Forma parte de nuestros deseos como seres humanos y es la razón por la que todos anhelamos ser felices.
En su ética a Nicómaco Aristóteles dice: “Todo arte y toda investigación e, igualmente, toda acción y libre elección parecen tender a algún bien; por esto se ha manifestado, con razón, que el bien es aquello hacia lo que todas las cosas tienden“.
En el post anterior ¿Es posible la felicidad? mencioné que a veces caemos en el “error” de postergar la felicidad con la frase “seré feliz cuando…”, es un “error” porque es un deber ser feliz hoy y ahora. Además, desglosé las tres “equivocaciones” frecuentes que buscamos para ser felices, “equivocaciones” que se pueden convertir en ataduras que la ciencia de la psicología denomina “dependencias”. Al final del día, experimentamos que algo no nos da la felicidad cuando nos quedamos con la sensación de “mmm sí, estuvo cool pero no era para tanto”.
El fin último del hombre
Pilar Fernández de Córdova nos dice “El hombre, ser inteligente y libre, actúa siempre en dirección a un fin, para conseguir algo que desea porque, para él, es un bien (…) El fin es el objeto hacia el que tiende nuestro querer y ese fin siempre es un bien. Nunca el hombre —ni siquiera el bruto— se dirige a un fin que sea un mal para él y, esto, aunque realmente lo sea. El hombre que tiende a un mal estará equivocado, pero lo cierto es que su inteligencia se lo muestra como bueno a la voluntad, que no ve por ella misma sino a través de la inteligencia y lo acepta como ésta se lo presenta (…) En general, el hombre tiende a su perfección integral y, a lo largo de su vida, irá buscando lo que le perfecciona, ordenando su actuación hacia un objetivo final, parcelando el camino hasta el último objetivo por medio de objetivos subordinados a éste. El objetivo final se llama fin último y los objetivos parciales, fines intermedios. Al fin último se llega a través de una multitud de fines intermedios, encauzados por una unidad de sentido orientada en la dirección que debe regir el conjunto de todos los actos para arribar al punto de llegada querido”.
Para que se entienda lo de fin último y fines intermedios, pongamos de ejemplo la película The Pursuit of Happyness protagonizada por Will Smith. Chris Gardner (Will Smith) es un padre de familia que desea alcanzar una situación económica que le permita sostener a su familia con deshago. Invierte en aparatos llamados escáneres de densidad ósea, no le va bien en venderlos ya que tiene un precio de venta más alto que los rayos X, por lo que empieza a tener dificultades con sus pagos hasta el punto de perder a su esposa y pasar “hambre” con su hijo Chris. Encuentra una “oportunidad” en una empresa como corredor de bolsa, aunque para que lo contraten tiene que hacer seis meses de pasantía sin remuneración y con escasas posibilidades que lo contraten. Finalmente, a pesar todo tipo de dificultades logra la contratación, logra su objetivo y luego funda su propia empresa.
Para el ejemplo anterior decimos que el “fin último” es sostener a su familia con desahogo y los “fines intermedios” son aquellos que lo llevaron a alcanzar el fin último, como lo puede ser vender como mínimo un escáner de densidad ósea para pagar la renta de un mes, buscar comida “gratis” en un refugio, conocer personas que lo ayudarían a su contratación, realizar más llamadas que los otros para vender seguros, etc. Si bien es cierto que existe un “fin último para…” no es el fin último definitivo, ya que es un fin último para un hombre en concreto, en un momento determinado. Por lo tanto, tiene que existir un fin que aplique al modo de ser de todo hombre y no de uno en concreto.
“Lo que elegimos no está determinado por otra cosa —pues así el proceso seguiría hasta el infinito, de suerte que el deseo sería vacío y vano—, es evidente que este fin será lo bueno y lo mejor” Aristóteles (Ética a Nicómaco).
“Hemos de buscar un bien que satisfaga a todos los hombres de todos los tiempos: al hombre en tanto que hombre. Este fin último estará en conexión íntima e indestructible con el bien que perfecciona íntegramente a la naturaleza humana. (…) Es tan esencial este tema, que el conocerlo y encauzar la propia vida a la consecución del fin último hasta lograrlo, realiza plenamente al hombre, y el errar en la posesión del último fin lleva al fracaso más rotundo.“
“Por consiguiente, si la última felicidad del hombre no consiste en los bienes exteriores que suelen atribuir a la suerte, ni en los
del cuerpo, ni en los del alma en cuanto a la parte sensitiva, ni en los que se refieren a la parte intelectual respecto a los actos de las virtudes morales, ni en la parte intelectual práctica del hombre, como el arte y la prudencia, sólo queda que consista en la contemplación de la verdad (…) Sólo esta operación del hombre le es propia, y de ningún modo participa de ella con los demás animales (…) Es la operación para la que el hombre tiene mayor capacidad, ya que poco auxilio necesita del exterior para realizarla (…)” Tomás de Aquino (Suma contra los gentiles).
Frases sobre la felicidad
En cuanto inicié a escribir el post ¿Es posible la felicidad? se me fueron “poniendo” en frente diferentes definiciones sin buscarlas, a continuación, las resumo por autor, teniendo en cuenta que no se queda solamente en mis apuntes y lo hacen desde su profesión.
“La felicidad consiste en aprender ha disfrutar de lo bueno que nos sucede cada día y aprender a gestionar lo malo.” Marian Rojas Estapé (Psiquiatra).
“¿Qué es lo que nos hace felices? Una vida con sentido ¿Qué es vivir con sentido? Es vivir con la responsabilidad de sacrificarse para cuidar de tantas personas como seamos capaces.” Jordan Peterson (Psicólogo).
“La felicidad no es un estado pasivo al que se llega, sino una elección activa que se realiza cada día, a través de la búsqueda de propósito, la conexión con los demás y el cultivo de la gratitud y la compasión.” Arthur Brooks (Científico).
“La felicidad no se encuentra en la búsqueda de la comodidad y la ausencia de sufrimiento, sino en la capacidad de encontrar significado incluso en medio de las adversidades y desafíos de la vida.” Viktor Frankl (Psiquiatra y Neurólogo)
Las frases anteriores tiene un “común denominador”, expresiones como lo es la gratitud, la compasión, el darse a los demás sin esperar nada a cambio, etc. y no se refieren a los honores, el placer o las riquezas.
En lo personal, me quedaría con la siguiente: “Todos deseamos vivir felices. No hay nadie en el género humano que no esté conforme con este pensamiento, aun antes, de haber yo acabado la expresión. Ahora bien, según mi modo de ver, no puede llamarse feliz el que no tiene lo que ama, sea lo que fuere; ni el que tiene lo que ama, si es pernicioso; ni el que no ama lo que tiene, aun cuando sea lo mejor. Porque el que desea lo que no puede conseguir, vive en un tormento. El que consigue lo que no es deseable, se engaña. Y el que no desea lo que debe desearse está enfermo. Cualquiera de estos tres supuestos hace que nos sintamos desgraciados, y la desgracia y la felicidad no pueden coexistir en un mismo hombre. Por lo tanto, ninguno de estos seres es feliz. Quedando otra cuarta solución, y es, a mi parecer, que la vida es feliz cuando se posee y se ama lo que es mejor para el hombre. ¿En qué está el disfrutar una cosa sino en tener a mano lo que se ama? No hay nadie que sea feliz si no disfruta aquello que es lo mejor, y todo el que lo disfruta es feliz; por lo tanto, si queremos vivir felices, debemos poseer lo que es mejor para nosotros.” Agustín de Hipona (filósofo).
¿Qué actividades te dan felicidad?